Yo, como mi inspiración, voy y vengo. Haber recuperado mi
verdadero way of life me ha dado
alas. Ahora todo es diferente, todo va sobre ruedas, sin tener que
encarrilarlo. La vida fluye. Y entre un ir y venir de mis asuntos, se han
presentado llamando a mi puerta, bien tempranito, aquellos maravillosos 90
(suena en mi cabeza la sintonía de Sensación de Vivir 90210: chanananá, chana-
ná-ná…)
¡Qué época aquella en la que se enlazaban capítulos con Brenda y Brandon Walls, Dylan & company con los de Melrose Place! Pero claro, ésta segunda tenía ya una carga very hot y a mí me mandaban a la cama en un santiamén. Nunca sabré lo que pasó en esa serie, solo que tenían unos pisazos estupendos y una piscina maravillosa donde te podías bañar cuando te diese la gana, fuese día o noche. Sin socorrista ni nada. Ahí había mucho drama pero nadie se ahogaba. Y los vecinos no protestaban si hacías fiestas, con que les invitases, se daban por satisfechos. ¿Eso donde se encuentra?
¡Qué época aquella en la que se enlazaban capítulos con Brenda y Brandon Walls, Dylan & company con los de Melrose Place! Pero claro, ésta segunda tenía ya una carga very hot y a mí me mandaban a la cama en un santiamén. Nunca sabré lo que pasó en esa serie, solo que tenían unos pisazos estupendos y una piscina maravillosa donde te podías bañar cuando te diese la gana, fuese día o noche. Sin socorrista ni nada. Ahí había mucho drama pero nadie se ahogaba. Y los vecinos no protestaban si hacías fiestas, con que les invitases, se daban por satisfechos. ¿Eso donde se encuentra?
Si es que los 90 fueron una época grande… mejor dicho:
grandísima. La simbiosis de boli bic + cassette era casi tan perfecta como la
de