Emoticonos

No. Hoy no voy a hablar de Halloween, porque está todo el mundo muy centrado en el tema y a mí me parece muy obvio cuál es el mejor disfraz: el de Ecce Homo o en su defecto el de joven del anuncio de Loewe. 

Tampoco voy a hablar de Sandy. Mejor hablar de algo sumamente importante en nuestras vidas. Tan importante como es el pan al huevo frito, o como el queso a los macarrones, que decía Juno (buenísima película, por cierto).

 Yo voy a hablar de los emoticonos en el Whatsapp. Porque si, como bien decía Vir ayer, "podemos hiperventilar muy mucho cuando el escribiendo…aparece mucho más tiempo del deseado", como ya venga acompañado de un emoticono extraño, podemos flipar. Tanto para bien, como para mal. Si sabemos exactamente su significado (y resulta que no nos gusta), se puede pasar de
la hiperventilación a la convulsión. Pero... ¿y si no sabemos que quiere decir? entonces ya sí que podíamos dejar en el paro a los guionistas de Hollywood, porque, sin duda, nuestras películas iban a ser cien mil veces mejores. Por ejemplo: ¿Qué quiere decir esto? ¿Cómo lo interpreto? Parece mi cara cuando veo los estampados barrocos de la nueva temporada, que "no se si me espantan o me encantan".

... O también... ¿Qué clase de beso es el que me están enviando? ¿Tiene los ojos abiertos, entreabiertos o cerrados? ¿Suelta corazones y me guiña un ojo o no? ¿Qué conclusión saco entonces de esto: me quiere mucho, poco, regular, con cejas, sin ellas...?

Estas variaciones de caritas, más bien son un aliciente para los desvaríos mentales. En teoría estos dibujines deberían facilitarnos la vida, representando nuestro día a día. Por eso no hay, por ejemplo, una cama, para decir "me voy a la cama", o un abrazo... pero sí hay bombas y pistolas. Y tan pichis.

Sin duda, lo que más ha triunfado, puede que por la tendencia instagramer a la adoración a los gatos  (de eso se hablará otro día), es lo de representar una sección -¡ojo!, en el apartado de "personas" -, como si de Muchachada Nui se tratase, la de "Gaticos y monetes".

En ella podemos ver los gestos que hace una persona, representados por un gato, lo cual le da más ternura al mensaje...

.... o por un mono que ya, rizando el rizo,no quiere ni ver, ni oir, ni hablar. ¡Pobre mono, lo que le habrán hecho!

De este modo, Vir, si te envían una información que no te convence, pero con un monico, pues el daño es menor, no nos lo niegues. O si Clark no te contesta desde hace cinco horas, peeeeeero de repente te manda un gato con cejas que te envía un beso con los ojos cerrados y sin corazones, pues se te pasa un poco el mal rato. Y ya si te envía un pollito que sale del cascarón, sin venir a cuento, es lo más. ¡Viva la cordura!

Sin duda los emoticonos han salvado nuestras vidas. Tanto es así que hay hasta adivinanzas de películas hechas con ellos... Este verano yo lo he pasado fenomenal con los que colgaba Luis Piedrahita en Twitter, esa red social que tantísimo domina Paula Vázquez. 

Por lo menos estas "Piedras de Rosetta" del siglo XXI me han entretenido durante algún viaje en el metro, que ya es bastante para ser verano... ¡Eso sí que es protagonizar una película! Y de terror, además. De esas que parece que vas a morir por la asfixia, y a desmayarte, y a despertarte en un lugar no identificado... bueno, que se me va el guión el post. Aquí os dejo las pelis para retaros a adivinarlas todas. No sin antes explicaros cuál es mi emoticono favorito.

Pues bien, mi preferido, puesto que su significado sincero y entrañable, me evita caer en la vulgaridad, y representa cualidades enternecedoramente humanas -por eso está también en la sección de "personas", algo que me perturba-, mientras te mira y te sonríe, es  este:

No me negaréis que este dibujo es muy auténtico y va cargado con altas dosis de diplomacia... Es un "vete a la mierda", pero de buen rollo.  ¡Propongo un brindis por él! ¡Chin, chin!