En
este otoño temprano de mi vida tengo el placer de volver. Volver y volver. A
escribir aquí. A beberme la vida, en sorbitos de cristal. En plan Lolita. Y a
plasmarlo con palabras. Palabras que son aire y van al aire.
Y una
vez anunciado mi regreso y sentirme estrella de cine, porque soy como Batman y
return, paso –como haría en el primer post- a hacer un sumario de Vir. Más que
nada, por aquello de que luego entendáis mejor mis aventuras y mis desventuras.
GO!
Lo
primero de todo remitir a mi primer post, ya que todo lo escrito en él se
mantiene más o menos igual. Aunque muchas de las cosas hayan ido a más.
Ejemplos
dolorosos: mi barriga que sigue creciendo –sin premio dentro-, mis dientes, mis
años…
Ejemplos
no dolorosos:
Mi
pasión por mi tierra - nivel municipal, provincial,
regional y nacional-.
Mi adoración hacia
mis gurús espirituales, a los que añado a María Dueñas, Sara Yagüe y a Juan del
Val (que no solo es espiritual), y de los que suprimo a mi BlackBerry – se nos
rompió el amor de tanto usarlo-. El amor y la tecla del medio.
Mi odio eterno hacia
los Bardem. In Crescendo.
Mis
odios culinarios siguen a la orden del día. Que alguien invente la cura de esas
aceitunas enfermas por favor.
Me sigue encantando
lo que me encantaba aquel 8 de noviembre de 2011.
Y para cerrar el
sumario, solo decir, que a día de hoy sigo siendo una soñadora, aunque solo
encuentre pesadillas. Ya os dije que soñaba alto, demasiado, y me pasaba el día
en el suelo. Debe ser que tengo parálisis onírica y mis sueños problemas de
movilidad. Pero espero poco a poco ir notando los avances de la rehabilitación.
Y esto, y vosotros,
formáis parte de ese lento proceso…
Por eso, os espero a
las 2 en el Ginger… para que seáis mis compañer@s de viaje… para que empujéis
la silla de mis sueños, y estos vayan sobre ruedas…
Para volver a volver…
Chin, chin ...
PD: Quizá llegados a esta línea,
os falte algún personaje en este mi primer post del Vir Return. Estáis en lo
cierto. Falta Clark. Y aunque el que se apellida Kent se ha ido del Daily
Planet, el mío de apellido compartido con Don Rodrigo, sigue aquí. Bueno,
puntualizo, sigue aquí aunque este allí, a muchos kilómetros de mi. A un año
luz de mañana. A una hora menos, y con mucho sol de más. Y yo aquí más pálida
que un Cullen y con el corazón ajado –llevaba días queriendo usar esta
palabra-. Pero c’est la vie, y como
comprenderéis la mía últimamente no es rosa. Pero para eso está el pintor… y el
camarero … Un ron con limón, por favor … Rebosante de burbujas ...
Foto: DeviantArt.com
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