jueves, 8 de noviembre de 2012

Groupie de los grupis

Por todos es conocido mi groupie level. Soy "muy fan" de muchos grupos y no perdono ni una si de verdad me gustan. Pero de esto no es de lo que vamos a hablar hoy. Ese comportamiento que arrastro desde hace años merece quedarse en la intimidad de mi ser, en favor de los Grupis, mi nuevo descubrimiento. Paso de ser groupie a formar grupis.



Me refiero con ello, y para hacerlo más made in Spain, a toda cosa llevada a lo cursi: "Hola, guapi, me voy para casi, que estoy cansadi y quiero meterme en la cami ya a MIMIR (¡flipa!)". Esta información costaría digerirla si te la dicen verbalmente. No obstante, por escrito parece ser aceptada socialmente; pero a mí, personalmente, y lo digo de verdad, alguien me habla así, sea de palabra o de escrito, y  pongo esa mirada que tú tan bien conoces, Vir, esa de: "¡OMG, tiene un retrasito!". Porque no me lo negarás, nosotras tenemos un máster del Universo en criticar con la mirada, aunque no por ello dejamos de adaptarnos a los tiempos que corren y también lo hacemos a través de esa herramienta que alguien - no sé quién eres, pero desde aquí te doy las gracias-, le ha dado al ser humano: el Whatsapp.


Yo hoy quiero cerrar el ciclo de mensajes instantáneos, homenajeando no sólo al Whatsapp sino también a los grupos, a los grupis, que en él se crean. Como si fuesen setas, nacen grupos en los que te ves incluído, por no decir "involucrado". Está el grupo familiar en el que se comparten informaciones del tipo: "¿Qué tal está la abuela?", "Déjame el coche", "¿Has comprado leche?" o "Ábreme la puerta, que me he dejado las llaves". Vale. Eso es información últil. La herramienta nos ayuda. Pero os voy a decir cuándo no ayuda: cuando estás involucrado en un grupo de amigos variopintos y te llegan 800 mensajes en cuestión de 15 minutos. Es entonces cuando tienes que tomar la decisión drástica de ir a: opciones > silenciar > y elegir el intervalo de tiempo que deseas. Lo que se llama "mutear", de toda la vida. Dejar al grupi como Úrsula a la Sirenita. Lo que deberían hacerle a CR7 después de deleitar a la humanidad con su canto de sirena, vamos.


En esa clase de grupos se tratan temas banales. Probablemente las fotos inútiles de las que nos habló Vir ayer, procedan de esta clase de grupos, como apoyo gráfico a las informaciones que en ellos se cuentan: observa lo que he comido, mira este gatico que es muy mono, he cambiado la colcha de mi cama, me he bebido un vaso de agua, etc.

También hay grupos creados para algo puntual, que acaban eternizándose, ya sea porque sus 200 miembros no se ponen de acuerdo, ya sea porque, pasado el evento, el grupo se mantiene para comentar, y comentar, y comentar... Es entonces cuando te llegan esos 800 mensajes en el tiempo que tardas en ir a tomarte un café. En este espacio virtual, básicamente la gente cuenta su agenda y su vida pero nunca se saca nada en claro: ¿Sabes cuándo he quedado?, ¿Dónde?, ¿Quién viene? Pues yo tampoco.

Yo soy ultra fan de las escisiones grupales, estilo Oasis o Partido Comunista Ruso con Trotsky y Stalin. Normalmente se deben a que alguien está más cabreado que un monete de los del Whatsapp.......y elige a una persona, cual Frodo, portador de una tremenda carga, para compartir sus desavenencias con esa tercera persona que algo ha hecho que no le ha agradado al golpista. Es justo ahí, Vir, cuando se tienen conversaciones a dos bandas, cuando hay que tener cuidado para no cagarla diciéndole a quien no debes lo que no debes. En resumen, que tu móvil parece una centralita de esas de las de : "aguarde, que enseguida le paso", y a ti, sin comerlo ni beberlo, te llueven los marrones. Por eso lo mejor es "meter mierda" (con ojos) de vez en cuando. Así te queda tan ancha.


Pero lo mejor viene cuando abandonas un grupo... Es ahí cuando de verdad tienes que dar explicaciones y no en la Declaración de la Renta. Sobre todo al inquisidor administrador, que tiene en su poder el papel de juez. ¿Te readmite? ¿Sí?, ¿No?, ¿Tal vez? ¡Qué estrés de vida social! Con lo felices que eramos cuando nos enviaban un SMS con un mensaje claro que al final ponía "Pásalo". Brindo por la nostalgia que me da: Chin, chin.

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