martes, 20 de noviembre de 2012

Mi oda anual: A NOVIEMBRE

Creo que se ha convertido en uno de los meses que más me gustan. Si hace un par de meses me lamentaba por el rápido paso del verano, que me supo a poco, hoy ya todo eso ha quedado atrás. Mi temor a la llegada del frío es menos duro sabiendo que me voy a encontrar con NOVIEMBRE. En serio, mirad por la ventana cualquier día de este mes (bueno, si viene Sandy, no) a las cuatro de la tarde, mirad los colores ¿No son maravillosos? ¡Da gusto!


Lo siento, Vir, sé que tú eres muy pro verano y lo que venga de septiembre en adelante, te disgusta. Pero... ¿Cómo va a disgustarte ese solecito tan rico que entra por la ventana a estas horas, que seguro que hace que te enrosques como un gatete de Instagram?, ¿Cómo va a disgustarte que los hombres, cada vez más y más se dejen su moustache para celebrar Movember?, ¿Cómo va  a disgustarte que

cada vez más pronto podamos comer Roscón de Reyes y Turrón del duro? Yo creo que hay que sacar lo bueno de cada momento y para mí, noviembre, es el de las motivaciones, el de hacer planes para cerrar el año, para planear -o por lo menos, intentarlo- el nuevo año. Es cuando se me ocurren mejores ideas: recuerda que acabamos de cumplir un añito (desde aquí os doy las gracias, fans)... En realidad, mi cabeza es un hervidero permanente de ideas... no sé hasta qué punto eso es bueno o malo, pero, con los tiempos que corren, las ideas son una maravilla ilimitada y en otoño, para mí, aún más.

Os dejo una foto de mis paseos campestres otoñales y brindo por este mes- Con un vasito de agua, porque, aunque dé mala suerte, no puedo acompañar los antigripales de otro brebaje... ¡Chin, chin! En cuanto me recupere un poco, vuelvo por aquí.


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