Clark is coming to La Sagra

Disculpen mi ausencia. Necesitaba dejar atrás Noviembre. ¿Quién dijo que era dulce? Quizá tu, querida Mary. Seguramente. Porque te encanta, tanto como yo lo odio. Y este año más. Tanto que incluso me despoje de aquello que me unía a él. Mi bigote. Aunque con ello perdiera la autoridad y aquellos saludos lejanos.

Noviembre me ha dejado el mundo desordenado. No sé si tanto como las lágrimas de Melendi, pero desordenado está. Y en este desorden de mi mundo, solo me queda sonreír por la pronta llegada de Clark a la ciudad. Clark is coming to village, al igual que Santa is coming to town. Pero Clark no tiene renos… ni barba, a Dios gracias, porque servidora tiene la piel muy sensible, y sería un error fatal que podría incluso terminar con nuestra relación de película. El género, ya lo dejo a vuestra elección, que no me atrevo a aventurarlo yo.

Clark tampoco viene de Laponia. Viene de las islas. Pero no, no creo que venga moreno. Ya sabéis -porque os lo he dicho otras veces- que es muy Cullen. Aunque no brilla como un pedrolo de Cartier durante su exposición al astro rey. Para los que no tengan una mente privilegiada como lo mía, con lo del astro rey me refiero al sol. Sí, esa bola amarilla situada en el cielo. Esa bola que es el elemento de la discordia allí donde mi madre descarga sus iras. Esto es debido a su condición de fotosensible de la vida, y deriva en que mi casa en verano parezca la de Los Otros [Di Oders], aunque Nicole no esté, y no viva en Narnia. Pero eso ya os lo contaré con la llegada del estío -verano para los borderline-. 

Clark no tiene una casa de madera con porche en el que poner un tendedero donde secar su traje rojo. Tiene un minipiso con terraza. Eso sí, tiene vistas al mar. O a la mar. Tampoco caben 10000 duendecillos en su hogar. Quizá cuatro, y sin gorro puntiagudo, por aquello de hacer más fáciles los movimientos en el espacio reducido.

Hay una cosa que Clark y Santa sí que tienen en común. Las gafas. Además, deben ser por el estilo. De feas digo. Aunque es cierto, que parece ser que Clark es consciente de este apunte, y por ello ahorra a la gente de a pie vérselas puestas. A mí no me queda otro remedio que verle de gafistuto por la vida indoor. Me sacrifico por la causa de que no se le caigan los ojos por llevar las lentillas adheridas a su retina (o a la parte que se adhieran, que yo no soy oftalmóloga, ni óptica, ni culta médicamente) durante más horas de las recomendadas. Esto tan solo es una señal de amor, de las muchas que le envío. Soy una romántica, que se le va hacer. No se puede ser perfecta. De hecho no se puede ser cantante de copla si no eres romántica. Yo ya le dije en su día a Clark que me preguntase aquello de gitana tu me quieres, a lo que yo conteste - con la mirada obnubilada, y la boca entreabierta dibujando una sonrisilla un tanto monguer (signo de amor, raro, pero es así)-, más que a mi vida. Sí, ese día me peine las patillas un poco para abajo para darle mayor credibilidad. Y por supuesto, Clark también se dejo bigote, se subió los pantalones y se colgó su celular –que es móvil, en castellano, pero es que yo soy muy latina y adquiero vocabulario de ultramar- del cinturón.

Ya que el destino me ha hecho hablar de Clark y de Copla en este post, no me queda otra que daros una primicia. EN EXCLUSIVA (aunque no lo podáis ver esas dos palabras parpadean). Soy así, generosa. Os lo digo sin cobrar. Mi primer disco será de canciones dedicadas a Clark.  El título aún lo estoy pensando, se admiten sugerencias. Algunas canciones ya las tengo. Seré más generosa aún, y os dire que en mi disco no podrá faltar aquella que dice… Por mi salud, yo te juro (tantantanananananananana) que eres pa mí lo primero (tantantanananananananana) y me duele hasta la sangre de lo mucho que te quiero. [Aquí me salto una estrofa]. [Mirada Obnubilada]. Soy de tus besos cautiva (tantantanananananananana). Y así escribí en mi bandera (que es la de España, claro está) (tinoninoninoninoninoni). Te he de querer mientras viva, compañero mientras viva…. (titotitiroritirori). Y hasta después que me muera … CHAN. Aplausos. 

Se cierra el telón ... 

Chin, Chin …