¡Pues no, no estaba de parranda!, ni nada trágico tampoco... simplemente, estoy, ¡que ya es!
¿Nunca nadie ha tenido la sensación de que todo ocurre muy rápido y que cuando te das cuenta han pasado meses? ¡Pues esa es mi actitud ante esta hoja en blanco que aquí estoy rellenando!
Desde que no os escribo, me he ido a vivir a otro país, me voy a casar, a tener gemelos... ¡que no!, ¡que es bromi, Olvi! La verdad es que mi vida cambia más bien poco y no sé si eso es bueno o malo, aunque la misma reflexión me hago cada vez que recibo una invitación para jugar a Candy Crush.
Quienes me conocen saben que soy un poco...
llamémoslo tajante fulminante con las cosas que no me parecen ni medio normales. Digamos que argumento muy fervientemente sobre ellas. Y sí, queridos amigos que me leéis y que no me habláis en vuestra vida a través de las redes sociales, pero que pensáis que os puedo ayudar a conseguir vidas para vuestro jueguecito, también hablo muy fervientemente sobre vosotros. Creedme.
Mi modus operandi con esta gente incluso llega a niveles de bloqueo, ¿por qué no? ¡Si nunca se van a dar cuenta, como ni me escriben! Vaya mundo éste de las redes sociales, en el que los amigos no son amigos reales... Y los reales, aunque incluso estén lejos y emigren... siguen siendo cercanos ¡Vaya lecciones da la vida!
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