De SuperCélula a Vir

Hola Fans. Aunque yo lo de fans no lo digo literalmente como mi compi Mary, que mis fans son como los trabubus. O como los gnomos verdes que ve la madre de la niña repelente. O puede que incluso sean como las meigas, que haberlos haylos, aunque yo no los vea. Lo cierto es que ni tengo Club, ni me mandan ramos de flores, ni mensajes sin licencia en busca de derecho a roce. Nada. Creo que ni siquiera Clark es mi fan. Y a estas alturas ya debería serlo, digo yo. Un despropósito más en mi vida. Suma y sigue.

El caso es que aunque yo no tenga fans, con s, yo sí que soy fan de muchas cosas. Demasiadas. Soy una fanática solidaria. Y viendo el vídeo con el que ayer Mary nos ilustraba su fenómeno fan, mi mente retrocedió unos años atrás -sin DeLorean ni ná-, a aquellos tiempos en que servidora creía que llevar collares de conchas era lo más, y una vez hecha la regresión me reencontraba con las SuperCélulas. Como sé que es muy probable que muchos de vosotr@s –miembros y miembras- no hayáis oído hablar nunca de ellas… os dejo el vídeo por cortesía de Youtube. Yutú para que nos entendamos. Ouh Yeah! 

Sí, es real, no son actrices ni nada, ellas son asín. Con n. Que es ser más así todavía.

Ahora que sabéis quién son las SuperCélulas. O qué son. Os puedo confesar -os abro mi frikispace- que la primera vez que tuve el placer de ver este vídeo me propuse un claro objetivo: conocerlas en persona. Y a día de hoy, ocho años después, sigo sin cumplir mi objetivo. Y para que nos vamos a engañar, no he puesto mucho empeño. Ni siquiera he ido a Salamanca. Ni a empieza por j y termina por oder, ni a buscar el astronauta, ni la rana, ni nada. Ni a que me cante la tuna. Total, ya me cantó en mi 1ª Comunión, a pesar de mi oreja despistada y de las consecuencias que una potente acción melladora había tenido sobre mi dentadura.  

Yo no sabía que era el PuceTrivial – que por si no os habéis dado cuenta viene de unir Pucela + Trivial-, no había oído hablar del canal 4 o channel four. Pero desde aquel día todo quedó grabado en el cajón friki de mi cerebro. Sí, ya es un baúl, tengo síndrome de frikiógenes. Si no existe, EUREKA! lo he inventado. Como emprendo, como se nota que soy de Castilla-La Mancha. Que innovadora soy. 

Yo quería conocer a Elisa y a Teresa y darlo todo con ellas. Y ser Elisa, Teresa y Vir, siempre. Osea FOREVER. Quería ser una chica tintín, y ser VIP. Y que jamás de los jamases se le ocurriera a nadie hablar de las tiritas que me pongo cuando los zapatos made in Amancio me hacen rozaduras como platos … porque eso es horrible.  Hago un inciso para decir, que lo de las rozaduras hay que tomárselo muy en serio, que según mi abuela, Blasinguer Zeta, una de mi pueblo se murió por tener una rozadura. Pero eso es una historia muy larga que os contaré otro día.

Para terminar os diré -aunque ya lo sabéis  que a mí también me van los toreros, aunque está claro que yo a ellos no. Todavía sigo esperando a mi marinero de luces, pero no zarpa el amor. No le da tiempo ni a navegar a ciegas. Está ahí, encallado y yo sigo varada en la arena. En los terrones más bien, que La Sagra es lo que tiene.

Como veis cosas en común no me faltan con las chicas tintín. Yo también fui una súper célula, jope. Y evolucioné, y me enfanaticé -que es un verbo que la RAE no recoge, pero que existe-. De muchas personas y cosas, que ya…  que ya os contaré darlingS!

Chin, chin!