viernes, 2 de diciembre de 2011

De desnudos, pesos, proyectos y otros despropósitos


Disculpad el retraso, no me olvido de vosotros, pero entre el máster del universo y que tenía cita para quitarme un peso de encima… no he tenido tiempo de pasar antes por aquí. Sí, es que una ya parecía Frida Kalho, y claro, por mucho que Clark sepa utilizar el Autocad, el resultado no se parece en nada a un cuadro de Rivera. Aunque conste en ginger, que yo delante de Rivera -de Diego- no me hubiese desnudado. O sí. Seguro que Terelu dijo lo mismo de Interviú. Pero la pela, es la pela… y eso que yo no soy de catalonia, porque como no es de Spain y yo sí. Aunque aprovecho para dejar claro -por si alguno se quiere animar- que si el Rivera no fuese Diego sino Fran -Rivera Ordoñez, no equivocar con Rivera Pantoja- o Cayetano... la pela sería lo de menos.

Y mientras decido si desnudarme o no –si algún día me lo piden claro-, y me justifico por no haber lavado el coche aún… Porque estaba claro que hoy... era el día. Me quitaba yo un peso de encima y se lo quitaba a él. Pero las lluvias no han querido aprobar mi buena acción, que ya ha llegado un punto en que es más una obra de caridad… o de necesidad. Y digo yo… si cuando llueve fuerte como esta mañana, yo salgo y echo un chorrito de Fairy ultra –formato ahorro- así en plan dibujo artístico por toda la carrocería y otro poquito de KH7 –incluso puede que de la nada salga un hombre musculoso que me ayuda a apretar el gatillo (¿Por qué como se llama esa palanquita que llevan los flis-flis?)- … ¿Puede ser que la lluvia ejerza una labor de auto lavado? Va ser que no… Demasiado gratis para ser verdad.

Bien, ya os he dicho que he dejado de ser una pequeña dictadora sin autoridad alguna al despojarme de aquellos que habitaban mi labio superior. Vamos, que ya no tengo bigote. Las cosas por su nombre. También os he contado que mi coche sigue pesando más de lo que pone en la ficha técnica y no precisamente por las piezas añadidas, ya que más bien le faltan… Muerte a las lechuzas y a los camiones de hormigón. Os he contado una súper idea que me rondaba a mí por la cabeza desde hace tiempo. Por lo que os he vuelto a dejar muestras de mi brillantez. Yo también suspendía matemáticas como Einstein.

Y como todavía es pronto para hablaros de los villancicos flamencos o de la cata de licores que realizo en Navidad –lo dejo para comentaros los nuevos sabores, que yo soy muy de innovar, pero siempre vuelvo al ron, soy latina, no lo puedo remediar- o para celebrar bloguísticamente el aniversario de “Los caminos son para el verano” –próximamente-, os hablaré de lo triste que es cuando todo el mundo se va de puente o de acueducto –guau que gracia, que símil más genial, ja, ja , ja-, y tu te quedas aquí … apatrullando La Sagra, y como mucho la capital –pero vamos, que eso ya es mucho decir, y ser muuuuy positiva, en una realidad negativa-.

Pues sí, soy así de pringada, arruinada, pelada, y todos los adjetivos negativos que se os puedan ocurrir que terminan en ada y además de todo eso vivo amargada porque estoy congelada por la odiada estación que nos toca vivir… Aunque yo diría más bien que nos toca sufrir.

Una vez esté en el poder, como Primera Dama, y llegue un momento en el que el cargo me agote, o me estrese que es lo que se lleva, tendré que pasar a un poder superior, entonces me subiré al carro del poder divino –y desayunaré tostadas con queso philadelphia- y veré si puedo hacer algo por suprimir la estación de invierno. O por lo menos que sea invierno solo de noche. Algo hay que hacer porque a mí el invierno me mina la moral y me jalbega la piel. Si a eso le añades que los mocos se convierten en mis más fieles compañeros, y que vivo con miedo a que trunquen mi sueño –otro más- de ser una estrella radiofónica porque el día de la entrevista me van a preguntar dónde tengo al muñeco porque parezco ventrílocua…

Pues lo que os digo, que no sé si es que Dios no tenía hielos para beberse su propio cuerpo –de Cristo, amén- y estaba demasiado caliente, y como no había gasolineras 24 horas para timarte con las bolsas, creó el invierno para hacer su bebida más refrescante o que a El Corte Inglés no le parece que pueda tener tanto éxito Cortylandia a 40º grados, y tampoco sería invierno en El Corte Inglés … y que desaparezca ese anuncio es como si desaparece el Mensaje de Navidad del Rey, aunque este año quizá le convendría darlo a 40º grados … por eso de que va con gafas de sol. Cuánto daño ha hecho La Martirio…

Buen finde/puente/acueducto a los que lo tengan y no lleven impreso a fuego adjetivos terminados en ada como servidora.

Aún así… se hará lo que se pueda… Nunca sabe una que le deparará… Oh la, la.

Salud

Foto: deviantArt.com

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