miércoles, 14 de diciembre de 2011

Una ración de vida nueva

Virgencita, plis, que pase el/los año (s)
Estar enferma no mola nada. De nada. Y los porqués o los dequés tampoco. En fin, no es nada acertado que te pidan muchos detalles de qué te ocurre. Que pides la muerte y punto. Y lo cierto es que llevo encadenando sin parar esos malestares a lo largo del mes de diciembre. Si ya os lo dije, es abandonarme mi enamorado Noviembre, y caer en una espiral. Pero tampoco me quejo, que las cosas no van tan mal.

Hoy me preguntaba: cuando una está enferma, ¿qué hace? Es desesperante, porque tener que quedarse en casa no es tener el día libre, sino no poder ni moverse, nada más que estando cual vegetal, sentada en el sofá viendo la vida pasar... Y pensando. Mucho. Pero mucho, mucho, ¿eh? Eso sí lo puedes hacer, fíjate. Lo demás no, pero pensar... ¡barra libre! En fin, que no es suficiente tortura tener un cuerpo de escombro, sino que también te machacas, venga a pensar en tus cosas.

La cuestión es que he acabado cayendo en la cuenta de que quizás este martes 13 del 12 del 11 no era mi día de suerte. No es que yo sea supersticiosa y me fíe de esas cosas... pero a los hechos me remito; en fin, una noche toledana -y no porque me haya ido con Vir a apatrullar La Sagra- y un día también bastante espeso se han sucedido hoy. Ya veis que el sino tiene para mí planes bastante previsibles: buena suerte para el 11.11.11 y mala para el 13.12.11...

Todos los días doy las gracias a la vida, no os vayáis a creer que
soy una persona negativa y desagradecida, pero como ya he venido contando, este año 2011 se ha caracterizado -aunque aún no lo hemos terminado...y toco madera- por tener cosas muy buenas y otras no tan buenas para mí. Y así llevo ya tres años. Sí, 2009, 2010 y 2011 no han sabido reconocer ni mucho menos recompensar como había esperado, lo genial que soy. Porque no os voy a engañar, soy una jefa... jeje... pero es lo que tiene siempre querer lo mejor, esas ansisas de prosperidad, que al fin y al cabo es lo que todos queremos, que se te queda un sabor un tanto amargo en la boca. Nada que un Gintonic no pueda arreglar. Por eso, me deshago ya de mi pulsera de "Virgencita, plis, que pase el año", que lleva ya tres años con ese anhelo que representa el mío, como su dueña que soy. Porque hacen falta muchas más cosas para tirar pálante que pedirle a la virgen.

Hay que mirar para adelante, tener voluntad, y espero, deseo, con todo mi corazón, que el año nuevo de verdad me traiga una vida nueva, salvando lo poco bueno, pero al fin y al cabo bueno, que me ha sucedido estos tres años, y dejando en el pasado lo malo; porque dicen que el olvido es venganza y perdón a la vez, ¿no? Pues una ración de cada -para acompañar la copa, digo-, ¡y que el Karma reparta a cada uno lo suyo!



1 comentario:

  1. Eres una jefa!Ojala el 2012 te traiga todo lo que deseas, y muchos post más al blog!
    COmo dicen en los anuncios de Martini: luck is an attitude o lo que es lo mismo ¡Quien la sigue la consigue! y este año sí que sí! Mucha suerte Ginger!

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